En la mayoría de las industrias, la garantía de calidad afecta directamente a los resultados de una empresa. Cuando se trata de fabricación, la calidad juega un papel fundamental para garantizar la seguridad del producto, la satisfacción del cliente y la competitividad con otras empresas.
Para asegurar la gestión de calidad en cada etapa de la producción deben de implementarse tecnologías, sistemas y procedimientos adecuados. Con el tiempo, un buen control de la calidad en la línea de producción puede tener efectos duraderos a largo plazo. Conoce cómo puedes lograr esta durabilidad:
La satisfacción del cliente:
Para los fabricantes, a menudo es necesario el cumplimiento de especificaciones de sus productos que garanticen la satisfacción del cliente.
La satisfacción del cliente es fundamental para el éxito de una empresa, puesto que la insatisfacción del cliente podría conducir a la pérdida de estos así como afectar las ganancias con el tiempo.
Se deben establecer procedimientos que garanticen y certifiquen la calidad de cada producto, que cumpla con los estándares tanto de la empresa como del consumidor antes de que el producto llegue al usuario final. Los fabricantes deben considerar la posibilidad de crear una lista de verificación que contenga todos los elementos que garanticen la producción de un producto de alta calidad.
La calidad afecta las ventas:
Si los clientes no están satisfechos con la calidad de su producto, es poco probable que regresen en el futuro. Además, los productos de mala calidad pueden tener un impacto duradero en la reputación de una empresa, lo que en última instancia también podría afectar las oportunidades comerciales futuras.
La calidad de sus productos afecta directamente las ventas. Para evitar posibles efectos negativos, los fabricantes deben considerar la posibilidad de implementar un sistema de gestión de la calidad en la línea de producción. Los sistemas o estrategias más comunes de gestión de la calidad incluyen:
Sistemas estandarizados: para cumplir con las normas y regulaciones internacionales, como los certificados ISO.
Mejora continua de la calidad (CQI): se centra en el papel que juegan los equipos y las personas en el aseguramiento de la calidad y sigue un enfoque de planificar, hacer, probar y actuar.
Gestión de la calidad total (TQM): es un método de gestión en el que se asegura la eficacia de cada proceso de la empresa, donde cada empleado debe esforzarse por mantener altos estándares de trabajo y así cumplir con la satisfacción del cliente.
Six Sigma: estrategia con enfoque basado en datos para la excelencia en calidad.
Gestión de residuos:
La sobreproducción y el desperdicio innecesario pueden tener un gran impacto en los costos operativos de una empresa. Al implementar estándares que garanticen la calidad de la producción, los fabricantes pueden evitar desperdicios, devoluciones de clientes y sobreproducción que impacten negativamente en sus resultados finales.
Una forma de reducir el desperdicio y limitar la sobreproducción es implementar un plan de control de calidad. Este plan debe enumerar todos los procesos de producción y todo lo que le corresponde, incluyendo:
- Instrumentos
- Especificaciones
- Métodos de evaluación
- Métodos de control
- Planes de respuesta
El objetivo de un plan de control de calidad es garantizar que cada proceso de fabricación esté estructurado para crear un producto final que cumpla con las especificaciones del cliente y minimice el desperdicio en el camino.
